Aquí esta nuestra historia que comenzó en 1992, no en una cocina, sino con la visión y el esfuerzo de la primera generación.

Lo que inició como una idea humilde, enfocada en ofrecer los mejores chiles secos y especias a nuestros primeros clientes, rápidamente se ganó el cariño de todos gracias a la calidad incomparable de nuestros productos y la dedicación a un sabor auténtico.

​Hoy, la Central Chilera está firmemente en manos de la segunda generación.

Nuestro emprendedor, Miguel Javier Sánchez, administra el negocio familiar con un empeño y dedicación que se sienten en cada chile y especia que procesamos.

Miguel, quien tiene una profunda fe y apego a este legado, no solo mantiene viva la tradición, sino que innova y garantiza que cada producto cumpla con los más altos estándares.

​Lo que empezó como un pequeño emprendimiento familiar ha crecido hasta convertirse en un pilar del mercado, operando con procesos profesionales y manteniendo siempre la calidez de nuestros orígenes.

Nuestro equipo de trabajo ha crecido con nosotros, reflejando el compromiso y la visión de futuro de Miguel.